México (25 de abril).- De acuerdo con múltiples autores -desde Lagarde, pasando por Beauvoir y hasta Freud- la sexualidad enmarca al ser humano por completo. La sexualidad no solo hace referencia al momento del coito, tiene relación con sentimientos, ideas, pensamientos, hormonas, cómo vestimos, caminamos o hablamos, en fin, tiene que ver con el cuerpo y se mantiene delimitado por implicaciones sociales, biológicas y psicológicas.

¿Por qué entonces esperamos hasta que los niños sean suficientemente ‘adultos‘ para recibir toda esta información? La sexualidad es un tema importante, sin importar la edad, ya que engloba la forma en la que te relacionas con tu cuerpo y como compartes esta relación con el mundo externo.

De acuerdo a Sharon H. Navarrete, psicoterapeuta sexual, a los niños se les debe hablar sobre este tema desde antes de que comiencen los cuestionamientos comunes -el clásico ¿de dónde vienen los bebes?-, desde su perspectiva, estos temas deben tratarse incluso antes de sus primeras palabras.

Hablar de sexualidad en nuestra sociedad todavía representa un tema tabú y hacerlo con los niños es aún más difícil para algunas personas; pero hablar con ellos al respecto debería de resultar igual de disfrutable que contarles un chiste, sobre todo se debe de prestar atención a sus dudas e incertidumbres.

El equipo de Ergon, en colaboración con Navarrete, nos dan algunos consejos sobre como tocar el tema de sexualidad con los niños:

Caricias

Los padres deben de enseñar al menor la diferencia entre un toque suave y uno fuerte, así aprenden cómo tocar a los demás y relacionarse sin lastimar. También esto les ayuda a diferenciar de aquellas caricias que les resultan agradables y aquellas que no.

Las partes de su cuerpo por su nombre

Así como a un niño se le enseña a nombrar las partes de su cara por el nombre correcto -nariz, ojos, cejas, boca- también se debe de hacer lo mismo con todas las otras partes de su cuerpo. Los genitales deben de llamarse por su nombre -vulva, vagina, pene- pues otro tipo de “sinónimo” -cosita, colita, pajarito- solo logran confundirlos y les envía un mensaje oculto de que estas partes de su cuerpo no son importantes o tienen algo de malo.

No educar machos, ni sumisas

A los menores, independientemente de si son niños o niñas, se les debe involucrar en las tareas del hogar. Tanto hombres como mujeres deben de entender que existen responsabilidades de la vida cotidiana que se dividen equitativamente cuando se forma parte de un sistema familiar.

No te vueles la barda

Cuando un pequeño llegue con preguntas relacionadas a la sexualidad, ante todo recuerda que es solo un niño -o niña- y tú un adulto. Escucha con atención lo que pregunta, responde a su nivel, pero tampoco le inventes historias.

Busca el origen de la pregunta

Averiguar por qué quiere saber algo y qué es lo que ya sabe respecto al tema, puede ser de mucha ayuda al momento de responder a sus preguntas. Preguntas como dónde escuchó eso y cuál cree que es la respuesta, ayudan a crear una conversación mas profunda en la que ambos se entienden con exactitud.

Investiga

No necesitas ser un experto en el tema de la sexualidad, pero puedes documentarte y apoyarte de expertos. No eduquemos desde nuestros miedos, prejuicios, malas experiencias o mitos.

Confianza

Hablar de sexualidad con los hijos ayuda a fortalecer los lazos de comunicación en todos los sentidos, ademas de brindarle información útil, intimidad y seguridad en sí mismos.- (Agencias)